En el mundo empresarial actual, donde las cadenas de suministro se extienden por todo el globo y las colaboraciones son el pan de cada día, la gestión de terceros (o third party risk management) se ha convertido en un asunto crítico. Ya no basta con cuidar nuestros propios procesos; debemos asegurarnos de que nuestros socios, proveedores y colaboradores compartan nuestros estándares de integridad y cumplimiento.

En mi experiencia como consultor en gestión integral de riesgos, he visto de primera mano cómo un descuido en la selección o monitoreo de terceros puede desencadenar desde daños reputacionales hasta sanciones legales. Y en Latinoamérica, con su diversidad de marcos regulatorios, este desafío adquiere una dimensión aún mayor.

¿Qué implica realmente la gestión de terceros?

• Due diligence: Conocer a fondo a nuestros potenciales socios, evaluando su trayectoria, solidez financiera y cumplimiento normativo.
• Monitoreo continuo: No basta con la evaluación inicial. Debemos mantener una vigilancia constante, adaptándonos a los cambios en el entorno y en la propia actividad del tercero.
• Cumplimiento normativo: En Perú, por ejemplo, la Ley N° 30424 sobre responsabilidad administrativa de personas jurídicas exige la implementación de modelos de prevención de delitos. En otros países de la región, como Chile o Colombia, existen regulaciones similares que buscan prevenir la corrupción y otros ilícitos.
• Transparencia y ética: Fomentar una cultura de integridad en toda la cadena de valor, promoviendo la denuncia de irregularidades y el cumplimiento de códigos de conducta.

Más allá de las normativas y los protocolos, la gestión de terceros se trata de construir relaciones de confianza. Se trata de entender que cada socio representa una extensión de nuestra propia empresa, y que su éxito o fracaso impacta directamente en el nuestro.

En STAMM, nos enfocamos en brindar un acompañamiento cercano y personalizado. No creemos en soluciones genéricas, sino en estrategias adaptadas a las necesidades y particularidades de cada cliente.

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